Esta ha sido, con diferencia, la llegada más rápida de la historia de las llegadas. El domingo me enviaron un e-mail con el número de seguimiento y, hoy, martes, el paquete estaba en casa. Todo ha salido mejor de lo esperado, aún con los 30 euros de aduanas, ya que ha coincidido con mi tarde libre y no he tenido que ponerme de acuerdo con el transportista (esta empresa no tiene almacén en mi ciudad, y yo no suelo estar nunca en casa).
Sobre el muñeco, la primera impresión ha sido muy buena. Creo que es aún más grande de lo que me imaginaba, posiblemente aún más grande que los grandes... Todo ha llegado bien, con la cornamenta, que aún tengo que desenvolver. Algo que me tomaré con calma, porque son muchas piezas que no me gustaría perder.
La mayor sorpresa me la ha dado el caracolillo del evento. En las fotos de la casa nos gustaba, pero al natural nos ha enamorado perdidamente...
Y realmente, poco más que añadir. Supongo que va a pasar mucho tiempo en su bolsa, porque ahora mismo no puedo ponerme en serio con él (antes me gustaría practicar un poco). Aquí hay muchísimo trabajo por hacer. Ossian está muy claro sobre el papel, pero en cuanto al muñeco todo es mucho más difuso... No sé cómo serán sus ojos, o su pelo. No sé absolutamente nada más allá de lo que veo, pero tampoco me preocupa demasiado. Me gusta. Me gusta mucho. Posa de miedo y ha llegado muy bien tensado (el mejor hasta la fecha), y su tono de piel es una preciosidad... No me arrepiento de haber caído de nuevo en las redes del blanco nuclear, y espero no arrepentirme... Por lo pronto, unas fotos algo quemadas.
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